River apenas pudo empatar con Instituto en el Libertadores de América. Por no poder utilizar el Monumental debido a los shows musicales, Avellaneda se tiñó de rojo y blanco para recibir al equipo de Demichelis. Y, justamente el equipo, mostró dos caras. En la primera mitad se vio a un mejor River, que no logró acertar una de las 6 chances claras de gol que tuvo. Primero fue Casco y tapó Roffo. Luego un buen cabezazo de Paulo Díaz salió apenas ancho y más tarde Rondón perdió un mano a mano después de una gran habilitación de Nacho Fernández. Y De La Cruz iba a tener dos chances: la primera con un remate de 35 metros que contuvo el arquero visitante y la segunda con un cabezazo casi abajo del arco que desvió por centímetros. La última de esos 45 minutos iniciales la tuvo otra vez Casco, pero Rodríguez tapó el disparo que tenía destino de gol.
En el complemento River se desdibujó. Jugó a lo que le propuso Instituto, dejarlo ir por afuera y tirar centros sin la certeza necesaria para transformarlos en algo positivo. Sólo tuvo una de Barco que se desvió y reventó el travesaño. Instituto puso en aprietos a River y Armani salió al rescate, primero tapando un cabezazo a quemarropa y luego estirándose por completo para sacar un derechazo que se metía contra el palo.
River no llega en su mejor momento a los cruces definitorios, ya que viene de dos derrotas y este último empate ante rivales inferiores. Deberá corregir errores y afinar la puntería, si lo que quiere es repetir la coronación del primer semestre.