Luego de la visita fallida a Mendoza, River volvía a su casa para recibir a Lanús. Con la obligación de sumar de 3 nuevamente, Gallardo sorprendía en el 11 inicial con el juvenil Lencina. Zurdo y con apenas un partido en primera, durante el interinato de Escudero, el muñeco le daba la chance de ser el revulsivo que tanto busca. Otro que iba desde el inicio, era el Pity Martínez.
River arrancó bien, y apenas comenzado el juego, Colidio se perdió una oportunidad casi debajo del arco. Y ahí se pincho el millonario. Entró en las dudas y urgencias que siempre le pasan en el Monumental y le costó volver a tener ocasiones reales de peligro. Pasó un buen rato hasta que Colidio forzó una mala salida de IZquierdoz, le robó la pelota y sacó un derechazo que Losada tocó, rebotó en el travesaño y se fue córner. Armani iba a aparecer en toda su dimensión después de Moreno le ceda el gol a Bou, pero controló mal y permitió que el Pulpo se recupere y saque casi sobre la línea lo que era gol granate. La última del primer tiempo fue un derechazo mordido del Pity Martínez que se fue apenas desviado.
En la segunda mitad River mejoró y rápidamente se dio la polémica de la noche, porque Gallopo abrió el pie para colocar la pelota al costado de Losada pero en el medio abrió las piernas Montiel, quien estaba en offside, cosa que sirvió para que el Tello interprete que molestó la vista del arquero. Y promediando el complemento, Meza trabó cerca del área, la pelota se elevó y Borja muy rápido controló con el pecho y metio un derechazo al primer palo de Losada: 1 a 0.
Y cuando el Monumental era una caldera, se vio al mejor River. Gallopo enganchó en el área y el defensor se lo llevo puesto. Penal convalidado por el VAR y esta vez falló Borja, porque su remate salió por encima del travesaño. Lanus tuvo dos para empatar el partido, pero en ambas apareció la figura de Armani para terminar con el arco en cero y con tres puntos importantes.
Ganó River, no mereció sufrir hasta el final, pero sus dudas y urgencias hace que no pueda jugar con la soltura necesaria para poder dominar los partidos como hizo en gran parte del segundo tiempo.



