La siguiente parada sería el Nuevo Gasómetro. San Lorenzo venía de conseguir dos victorias en la misma cantidad de partidos, y River venía arañando puntos: primero con el empate sobre el final ante Plantense y luego la victoria agónica versus Instituto. En los primeros 15 minutos pasó casi todo, goles anulados, tiros en los palos, los arqueros con trabajo, pero nada hizo que el resultado final varie del 0 para cada lado.
San Lorenzo abrió el marcador rápido, luego de un remate de Reali que Armani dio rebote largo y cuando la volvieron a meter al medio, Enzo Perez se la llevaba puesta: 1 a 0 que merecía revisión del VAR. Y a instancias de éste se comprobó que Braida había arrancado adelantado.
River respondió con una buena jugada de Borja que lo encontró a Lanzini en la puerta del área y sacó un zurdazo que se fue por encima del travesaño. La siguiente también fue para River, luego de un corner de Acuña que conectó Paulo Díaz y la pelota pegó en el travesaño y en el rebote no pudo rematar Martínez Quarta.
San Lorenzo lo intentó con cabezazo que tapó Armani y Borja tuvo un mano a mano que terminó despejando el joven arquero Gil. Ya en el segundo tiempo, a River no le salía nada y el control del juego lo llevó San Lorenzo que pudo abrir el marcador con un remate de Braida que reventó el horizontal de Armani.
Lo último fue un cabezazo débil de Vombergar que el arquero millonario no tuvo problemas y el clásico se fue en tablas. Está claro que a River le está costando más de lo que se pensaba conseguir un funcionamiento acorde a los nombres que tiene y así poder capitalizarlo en resultados. Gallardo tendrá una semana entera para definir el 11 ante Independiente para que de una vez por todas, River funcione como le gusta a la gente.

