River tenía la oportunidad de prenderse en torneo, de local y contra Talleres. Después de la semana mágica, como el mismo Gallardo bautizó, el Millonario buscaba no perder el tren de los de arriba. Pero Talleres hizo un buen primer tiempo, aprovechó el error de Paulo Díaz y en la segunda parte se paró de contragolpe, negocio para la T.
La primera de peligro la tuvo Borja, después de un pase de Lanzini sacó un potente derechazo que Herrera, a puro reflejo, despejó al córner. Pero temprano Paulo Díaz recibió un pase de atrás de Acuña, controló y cuando se quiso acomodar, se resbaló y le quedó la pelota a Girotti, quien eludió a Armani y puso el 1 a 0. Ese pasaje del partido era todo del visitante, River se empezó a apurar y así no encontraba los caminos. Girotti tuvo una más, con un remate que salió cerca del poste.
Antes del cierre del primer tiempo, Borja lo empató, pero el árbitro con la asistencia del VAR, lo anularon, primero pareció falta al arquero, pero luego se comprobó que el Colombiano estaba en offside. En el complemento River fue otro, más punzante y no tan previsible. Y sobre todo cuando entraron Mastantuono y Solari. Y justamente Solari tuvo tres desbordes y posteriores centros, muy buenos que ahí pudo haber encontrado el empate River. Primero fue un envío para Colidio, pero no logró empujarla casi abajo del arco. El segundo también fue a Colidio, que se la dejó a Echeverri quien disparó y el rebote le quedó a Nacho Fernández que metió un derechazo en el travesaño. No era la noche, no quería entrar.
Y las dos últimas erigieron en figura a Herrrera, porque en la primera le saca una media tijera a Pezzella y en la segunda le saca un zurdazo a quemarropa a Borja. Fue derrota 1 a 0 con un River que reaccionó tarde y Talleres aguantó en base a orden y con la gran noche de su arquero. River tiene el foco puesto en la Libertadores pero deberá ajustar la puntería para terminar el torneo en la mejor posición posible.



