Dos meses hubo de descanso y pretemporada entre el último partido oficial de River y el del domingo ante Lanús. Y River sigue siendo el mismo. Con alguna mejora, como la de Felipe Peña Biafore, pero con los mismos manotazos de ahogado del entrenador y amontonando jugadores para salvar la fecha.
El millonario saltó al campo a jugar con Lanús con las novedades de que, tanto Armani como Borja, serían suplentes. Lanzini volvía a la titularidad y Mastantuono reemplazó a Echeverri, convocado a los Juegos Olímpicos. Y River siguió con los mismos problemas que el semestre pasado, mucha posesión de pelota y poca exigencia a los arqueros.
De inicio nomás y a los 5 segundos, una jugada preparada desde el saque inicial lo dejó solo a Solari en un mano a mano que envió desviado. Lanús contestó con un centro que se cerró atrás de Ledesma y tocó el travesaño. Y la única que tuvo River de peligro, fue a través de una pelota parada que Lanzini ejecutó y Aguerre despejó al córner. Y en el segundo tiempo pasó lo que siempre le pasa a este equipo. Le llegan y casi siempre es gol: Moreno arremetió, se saco de encima a Gattoni y Díaz y definió a la salida de Ledesma.
Demichelis mando a la cancha a Borja, y en su primera aparición facturó: interceptó un pase corto al arquero, lo esquivó y estampó el 1 a 1. Parecía que River se lo llevaba, ya con Bareiro en cancha y 4 delanteros, el millonario y su gente empujaban, pero cuando corría el descuento, Lanús se puso 2 a 1 por un cabezazo de Torres.
Ya casi sin tiempo, y con pocas ideas claras, el equipo fue en busca del empate y lo consiguió otra vez por una guapeza de Borja en el área, que luchó y definió de zurda entre medio de varios defensores granates. 2 a 2 y final y más allá de salvar el resultado al final, River no mejoró casi nada del semestre pasado y sigue siendo el mismo.



