Te fuiste rápido y sin avisar, quizá eso es lo que más duele. La semana pasada habías trabajado para Somos River, en una reunión de amigos y festejando un nuevo título millonario. Repasaron anécdotas, comieron, se rieron. Ese Charly es el que siempre vamos a recordar.
Incansable trabajador, periodista de raza y fanático del más grande, de River Plate. No importaba si hacía frío o calor, si llovía o el sol te partía al medio. Siempre estabas en la calle y haciendo lo que más te gustaba, hablar con la gente. Y lo hiciste de una manera admirable, porque no diferenciabas clases sociales, estatus, pergaminos o inclinación política. Todos se paraban ante tu micrófono.
En River te van a extrañar. Cubriste todos los deportes del club, porque como siempre bien decías “River no es solo fútbol, es mucho más”. Estuviste con el handball, con el hockey, con el vóley, el básquet, el patín, el waterpolo, la natación, el tenis, el boxeo, el ajedrez. También hiciste notas de karate, judo, gimnasia artística, y futsal. Pero como vos eras grande, igual que River, también te interesabas por la cultura del club, el museo, la política y mucho más.
Hablaste con candidatos, con gobernantes, con hinchas alegres, con hinchas enojados, y nada te detenía. Muchos se preguntarán “cuando viene Carlitos?”, como una de las últimas veces que fuiste al club y el evento no empezó hasta que llegases.
Esto eras, un ejemplo a seguir para los que hacemos periodismo. Dejaste un legado que va a ser imborrable, porque si alguien quiere aprender cómo recorrer y transitar la calle con un micrófono, deberá buscar tu archivo.
Fue de repente, no lo podemos creer.
Gracias por tus charlas, tus cafés en la confitería del Club, tus llegadas tarde, tus apuros, tus saludos, tus halagos, tus recomendaciones. Todo nos lo llevaremos dentro.
Chau Carlitos, y te vamos a extrañar siempre.





